Uno de los aspectos más difíciles para perder peso es conservar la
motivación. Al principio te sientes centrado, apuntas alto y estás preparado
para el reto. Pero entonces ocurre algo. Puede que no estés bajando de peso
tan rápidamente. Quizá tu régimen sea demasiado intenso o la emoción de
las primeras semanas se haya agotado y tú hayas perdido el interés.
No es una dieta.
Es un cambio de
estilo de vida.
Cuando nos baja la motivación, esto nos ayuda a replantearnos
nuestros motivos iniciales para perder peso. Sea cual sea el punto en
que te encuentres, te ofrecemos cinco consejos que te ayudarán a
retomar el buen camino y alcanzar tus objetivos
1 Mira hacia dentro
A todo el mundo le sucede algún contratiempo,
pero es importante recordar que no nos definen los
errores que cometemos. Gran parte de las conductas
que intentamos cambiar son hábitos que tenemos
desde hace mucho tiempo. Identifica los factores
desencadenantes anotándolos, pensando en qué los
causa, en cómo sueles reaccionar a ellos y en cómo
te gustaría darles respuesta.
2 Sigue por el buen camino
Al principio tenemos los ánimos por las nubes. Controlamos lo que comemos,
la cantidad de ejercicio que hacemos, cómo nos sentimos, los cambios de
peso, etc., pero a veces podemos relajarnos demasiado y caer en los viejos
hábitos. Se necesita tiempo para crear nuevos hábitos y, para ello, conviene
llevar un registro de lo que hacemos cada día.
3 Sé flexible
Al principio de tu proceso de pérdida de peso, normalmente nos marcamos un
objetivo. Pero el hecho de que te hayas marcado ese objetivo no significa que
esté grabado en piedra. A veces somos demasiado ambiciosos e intentamos
abarcar más de lo que podemos en realidad. Ve a tu propio ritmo. Lo importante
es progresar, aunque sea despacito.
4 De menos a más
Cuando tenemos un objetivo final que queremos alcanzar, esto puede resultar
agobiante. Cuando sientas que no puedes con todo, piensa en pequeñas
conductas que te ayuden a alcanzar tu objetivo. Sean las que sean, céntrate
en ellas y felicítate cada vez que pongas en práctica esta nueva conducta.
5 Premia los pequeños logros
No hay razón para no premiar el progreso. Piensa en pequeñas formas de
celebrar cuando hayas recorrido una cuarta parte o la mitad del camino hacia
tu objetivo. Busca también formas de recompensar los minilogros, como hacer
ejercicio todos los días de la semana o cocinar tres cenas en casa.
Cuando te cueste seguir la dieta, esto te ayudará a recordar cuáles eran tus motivos iniciales.
Cada persona es diferente; no hay una forma correcta o incorrecta. Recuerda dedicar un momento
todos los días para felicitarte por estar en tu proceso y recordarte por qué decidiste empezar.
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