QUE EL CALOR NO TE PARE: 7 CONSEJOS PARA ENTRENAR EN VERANO

Estamos en pleno verano y el buen tiempo siempre da un plus de motivación para salir a entrenar. Sin embargo, las temperaturas altas y el ejercicio pueden ser una combinación arriesgada si no se toman las medidas necesarias. No queremos que el calor te frene, por eso hoy te damos algunos consejos para que entrenar en verano sea más llevadero y, sobre todo, seguro.

1. Evita las horas de más calor

Puede parecer de sentido común, pero nunca está de más recordarlo. Si vas a entrenar al aire libre, evita la franja horaria entre las 12.00 h y las 17:00 h. Es recomendable entrenar a primera o a última hora del día, cuando las temperaturas son más llevaderas y la exposición a las radiaciones solares es menor. Y de regalo podrás disfrutar del amanecer o atardecer. Una maravilla, ¿verdad?

2. Prioriza los lugares frescos y climatizados

Si no puedes entrenar a primera o última hora del día, lo mejor es que entrenes en interiores o busques lugares con sombra como un parque repleto de árboles. Si prefieres los entrenamientos en interiores, en OLYMPICBODY contamos con los mejores equipos de fitness para entrenar en cualquier época del año.

3. Hidrátate, por favor

La hidratación es fundamental en cualquier época del año, y especialmente en verano. Cuando entrenas con calor, tu cuerpo trata de bajar la temperatura corporal sudando más. Esto hace que pierdas líquidos y minerales como el magnesio y el hierro. Por eso es importante beber agua antes, durante y después de entrenar. Es recomendable que bebas agua antes de tener sed. He aquí la explicación: cuando tenemos sed, nuestro organismo nos está alertando de un posible inicio de deshidratación. Por eso, es importante beber agua sin esperar a tener sed y no beber mucha cantidad de golpe, hazlo de forma gradual. Cuando termines tu entrenamiento, es ideal rehidratarte con una bebida que contenga sales minerales, ya que las hemos perdido por el sudor. Además, es recomendable consumir alimentos de temporada con un alto contenido en agua, como el melón o la sandía. Por el contrario, es mejor evitar bebidas con cafeína, ya que favorecen la deshidratación.

4. No te olvides de la crema solar

Es importante proteger tu piel de los rayos del sol. Antes de salir a hacer ejercicio al aire libre, aplícate el protector solar, prestando especial atención en las zonas más expuestas como la cara, los brazos y los hombros. Existen fotoprotectores específicos para hacer deporte que son resistentes al agua y al sudor. Además, también puedes protegerte del sol con gorras y gafas de sol con protección UV. 

5. Utiliza ropa adecuada para el calor

Los colores oscuros absorben el calor, así que lleva ropa clara que transpire y no oprima para que el sudor se evapore y baje la temperatura de tu cuerpo. Para ello, utiliza ropa técnica diseñada para hacer ejercicio y evita tejidos como el algodón porque suelen empaparse con el sudor y no permiten que el sudor se evapore. Una gorra también puede protegerte la cabeza y dar sombra a la cara y si el sol aprieta mucho la puedes humedecer con agua.

6. Aliméntate bien

A ser posible, evita las comidas copiosas y de digestión lenta si vas a entrenar posteriormente, ya que dificulta la digestión y provoca sensación de pesadez. Comer ensaladas, frutas con mucho líquido como la papaya y verduras son una buena opción para soportar mejor las altas temperaturas. Además de ayudarnos a mantenernos hidratados, nos aportarán vitaminas y minerales que perdemos debido a la sudoración.

7. Escucha a tu cuerpo

Por último, pero no menos importante: escucha a tu cuerpo. Este es un consejo válido en cualquier estación, pero aún más importante cuando hace calor. Sabemos que te mata no acabar tu entrenamiento, pero todo el mundo tiene sus límites y el calor del verano puede hacer que los alcances antes de lo que estás acostumbrado. Nunca intentes apretar cuando tu cuerpo te está diciendo que es hora de parar. Si tienes dolores de cabeza, sed intensa, calambres musculares o mareos… detente de inmediato, busca sombra y bebe un poco de agua. 

Conoce los síntomas del golpe de calor

El golpe de calor es una lesión causada por un exceso de temperatura en el cuerpo, ya sea por una exposición prolongada al sol o por hacer un esfuerzo físico cuando hay altas temperaturas. Es importante estar alerta a los síntomas que nos pueden indicar que estamos sufriendo un golpe de calor:

Dolor de cabeza
Mareos
Dolor de estómago, náuseas o vómitos
Presión baja
Desorientación
Deshidratación
Calambres musculares
Sensación de calor sofocante
Sed intensa y sequedad en la boca
 

Ante la sospecha de que podamos estar sufriendo un golpe de calor, debemos ser prudentes y suspender la actividad física, buscar un lugar fresco y a la sombra, hidratarse y consultar a los servicios sanitarios. 

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