Hacer más ejercicio físico podría evitar uno de cada seis casos de Alzheimer. Es una de las conclusiones de un estudio internacional liderado por investigadores del IDIBAPS, y que ha contado con la colaboración del Hospital Clínic de Barcelona, que ha salido publicado en ‘Molecular Psychiatry’.
La ciencia sigue respaldando la importancia de la actividad física en la sociedad. La última muestra es un estudio internacional liderado por investigadores del Institut d’Investigacions Biomèdiques August Pi i Sunyer, el centro de investigación vinculado al Hospital Clínic de Barcelona, junto al área del CIBER de Salud Mental (CIBERSAM), la Universidad de Linköping (Suecia) y del King’s College London, que ofrece algunos datos vinculados con el estilo de vida de la población.
De entrada, concluye que una mayor práctica de ejercicio físico podría evitar uno de cada seis casos de Alzheimer en la sociedad. Asimismo, apunta que disminuir los factores de riesgo metabólico, como el exceso de grasas en sangre, podría evitar uno de cada diez casos de depresión. Además, evitando el sobrepeso antes o durante el embarazo se podría evitar uno de cada quince casos de autismo en los hijos.
“En muchos aspectos vivimos en una sociedad de bienestar. Pero a pesar de esta aparente bonanza, en torno a una de cada cinco personas tiene actualmente un trastorno mental”, explica el jefe del grupo Imagen de los trastornos relacionados con el estado de ánimo y la ansiedad (IMARD) del IDIBAPS e investigador del CIBERSAM, Joaquín Raduà. “La pregunta es si habría menos trastornos mentales si mejoráramos la sociedad y el estilo de vida”, añade.
El estudio, publicado en ‘Molecular Psychiatry’, también plantea que los trastornos mentales son multifactoriales, de forma que pueden originarse por factores genéticos, biológicos, psicológicos o medioambientales. Se desconoce, eso sí, cuántos trastornos podrían prevenirse modificando esos factores de riesgo.
Los autores del estudio buscaron los factores de riesgo ambiental con mayor nivel de evidencia prospectiva para calcular la fracción atribuible poblacional, que mide qué porcentaje de los casos de un trastorno pueden atribuirse a un factor de riesgo concreto.
Los resultados, según el informe, son claros: reduciendo las adversidades infantiles podrían evitarse uno de cada tres casos de esquizofrenia y reduciendo los abusos infantiles se podrían evitar uno de cada seis casos de depresión. Una reducción del estrés laboral permitiría evitar uno de cada cinco casos de depresión.
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